César Vallejo está en la poesía
con elementos de madera extraña
ardiendo un fuego azul; está en la entraña
del cosmos. Viene y va como un vigía
desintegrándose en arpegios de oro.
Camina en la región del subconsciente
sin pies, mira y no ve, piensa sin frente,
embiste al sol como si fuera un toro;
su cabeza de otoño se disloca
como un cristal y de ella se derrama
un génesis de sombras y de flamas;
viene y se va…Si el huracán le toca
adquiere lucidez y se transforma
en un tropel de potros. El agita
la órbita de los astros que gravita
en su palabra, en que una nueva forma
de ver y hablar está naciendo. El labra
bosques de mármoles nocturnos y hace
su reino allí. Su poesía nace
como la geometría. Su palabra
perfora el zócalo del horizonte,
entra en la vía láctea y doma y salta
como un jinete azul, (lo azul se esmalta),
y a veces como un animal bifronte
a un tiempo corre atrás y hacia adelante…
La luna se le acerca y le enamora;
él la convierte en flor y la desflora.
César Vallejo, caballero andante,
con la canción de adarga y de tizona;
no hay otro vino como el vino tinto
que bebes al dolor; todo es distinto
cuando la tarde muerta te corona
de sus augustas malvas. ¿Cierto que eres
el cazador que va cazando estrellas?
Aquí, entre rosas y húmedas botellas
de alcohol y mar y lívidas mujeres,
caen tus ojos de aerolito oscuro.
Los rodados caballos del estío
pacen tu sueño y beben en el río
de tu alma un fluir de música y cloruro.

César Vallejo, ahora son tus manos
gerifaltes de púrpura en el cielo;
lirios de sal, tus huesos en el suelo
y un ronco mar tu voz,en los océanos;
mundos imaginarios que anduviste.
Ebrio ya de tu reino alucinado
yaces absorto, viéndote enjoyado
de esmaltes de agua y luz de vino triste
entre cráneos de dioses, entre espadas
de luces infinitas, entre halcones,
centauros, hipogrifos y leones
y planetarias casas arruinadas…

César Vallejo, yaces entre ovarios
de diosas, entre planos carcomidos,
entre ángeles y olfatos destruidos,
nutriendo cementerios y calvarios;
calvarios en España y cementerios
en el Perú: los muertos prematuros.

César Vallejo, puro entre los puros,
vértebra de arte en ambos hemisferios,
oráculo del verbo, profecía
de la hoz y del martillo, adelantado
de las Tierras del Sur, en ti ha cantado
la voz más alta de la Poesía.

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